Paris, príncipe de Troya

Es un joven guapo y fuerte que dominaba el arte de la música y la poesía. Es apuesto, romántico y muy hábil con la palabra con lo que logra engatusar a casi cualquier mujer.
Paris no es un gran guerrero al uso. No es corpulento ni musculoso como para portar un escudo pesado. Sin embargo es ágil y rápido y muy diestro con el arco con una puntería admirable. Es impulsivo, optimista e extrovertido. Romántico y pasional. Ama a Helena por encima de todas las cosas y no renunciará a ella pase lo que pase. Su amor le da valor y arrojo y luchará hasta la muerte por salvarla de Menelao.

También llamado Alejandro, príncipe troyano, segundo hijo del rey Príamo y de su esposa Hécuba. Hermano de Héctor y Casandra. Su primera historia de amor la vivió con catorce años con la ninfa Enone, hija del dios-río Cebrén.
Desde entonces ha conquistado a cientos de jóvenes de todos los estratos sociales. Hijo protegido y mimado por sus padres y sus hermanos, tuvo siempre todo lo que deseó. Admira a Héctor que siempre ha sido su protector y siente debilidad por su hermana que siempre fue su compañera de travesuras.
Paris llegó a Esparta como emisario de paz de su padre para firmar una alianza con su rey Menelao. Allí conoció a la esposa del monarca espartano, Helena, la mujer más preciosa del mundo que le había prometido antaño Afrodita. El príncipe troyano no tardó en enamorarla con la ayuda de la diosa y Paris y Helena se fugaron a Troya. En su viaje se llevaron un gran número de riquezas robadas a Menelao. A su llegada a Troya, los ciudadanos no aceptaron a Helena, pues lo consideraban una ofensa hacia el rey Menelao, y quisieron devolverla. A pesar de ello, la decisión de la familia real troyana fue que Helena podía quedarse en Troya junto a Paris. La ninfa Enone, primer amor de Paris, y su padre, Cebrén, se marcharon despechados de la ciudad jurando venganza.