Priamo rey de Troya

Rey amado por su pueblo afamado por su inmensa bondad y  una justicia ejemplar. Amable, razonable, optimista y generoso. Al contrario que sus consejeros, no culpó a Helena de la guerra. Se enamoró perdidamente de Hécuba en cuanto la conoció y comprende la pasión de Paris por Helena y las locuras que se hacen por amor. Debido a su avanzada edad aunque luchó breve pero honrosamente al comienzo de la guerra, pero asiste ansiosamente desde los altos muros al desarrollo de la mayoría de las batallas. Su mejor amigo y consejero es el sacerdote Lacoonte en quien confía ciegamente en todos los asuntos relacionados con los dioses.

Rey mítico de Troya, hijo de Laomedonte y de la ninfa Estrimón. Casado en segundas nupcias con Hécuba con la cual concibió a Héctor, Casandra y Paris. Ama a su mujer con devoción al igual que a sus hijos. Es un hombre entregado a su familia y a sus deberes para con su pueblo a quienes también considera como hijos propios. Cuando su primogénito era apenas un niño estuvo al borde de la muerte al igual que su esposa por una grave enfermedad. Oró a los dioses por su vida y obtuvo respuesta. Desde entonces se convirtió en un hombre con una profunda fe que sigue los designios de los dioses y cumple con todas las tradiciones.

Luchó de joven obteniendo una merecida fama de guerrero. Su batalla más famosa fue con los frigios contra las Amazonas. Más tarde firmó la paz con ellas y se convirtieron en aliados. Muy joven aún, se hizo cargo del reino y, poco a poco, fue extendiendo su poder por toda la región, hasta tal punto que Troya llegó a ser conocida como "La dueña de Asia". Su habilidad para la política y el comercio dieron a su reino una época de prosperidad y riquezas.